domingo, febrero 17, 2008

de viaje

Pasamos de largo pueblos, ciudades y hasta límites provinciales. Cientos de casas, todas distintas e iguales. Las vi pasar de noche en las ciudades, como una fábrica sin pausa, y solitarias en el campo, con una lamparita rodeada de bichos, las vi pasar e irse. Y al amanecer, las casas viejas de un pueblo con molduras naranjas también pasaban, y supongo que nadie pensaba con tristeza en los miles de vidas que ignorábamos, que estaban ahí y las pasábamos de largo, y en las decenas de cosas, que aún así, creíamos saber. Pero igual estaba, escondida atrás del movimiento terco de las ruedas, la sensación extraña de algo que no encaja, porque hay algo desgarrador e inevitable, en el hecho de tener que elegir y desechar.

Ramas, hojas grandes como sábanas, ramas como sogas con helechos enredados, plátanos, pompones de mandarinas. Vamos por la ruta que lleva a San Ramón de la nueva Orán, es nuestro segundo día de viaje continuado desde que salimos de La Plata, los racimos de bananas se ven pesados en sus parcelas de tierra, los mangos son como huevos de avestruz y la camioneta va como esquiando sobre la franja de asfalto. Tierra roja, surcos, banquinas, manchones de tierra negra, plantaciones de tomates con sus estructuras de caña, más mangos, esta vez como gotones de cera verde, por la ventana de la camioneta entra el aire cargado de humedad, la línea blanca del centro, carteles y alambrados, las laderas de las montañas forman un paredón verde y esponjoso, con zonas claras y zonas más oscuras, con una textura hecha de miles de pequeños mosaicos, ¿qué pretendemos metiéndonos entre toda esta fauna vegetal? Curva pendiente contra curva. Góndolas vegetales, ondas, olas, mareas de hojas superpuestas moviéndose como si el lomo de una ballena las empujara desde abajo, el paisaje se cierra y se abre de a intervalos, cajones de yunga aprietan el camino y de pronto algún valle, con su río y sus parcelas de abundancia, la tierra húmeda regada por la lluvia de hace unos días, con rayones de arado, canastos de ramas derramando diseños, esferas, óvalos, cilindros, cáscaras, pieles, púas, cortezas.

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